martes, agosto 28, 2012

Un poco de distracción no viene mal

Entrando a Monte Carlo
Aprovechando que estaba cerca de Mónaco, pegué el brinco a Monte Carlo por un día. País tan minúsculo pero con tanta opulencia. 

Fue un buen paseo, conociendo todo lo que ofrece la ciudad. Los paisajes, edificaciones y los muelles eran muy bonitos. 




Las lanchas eran unas naves enormes, el lujo ya era escandaloso. 
Nosotros siempre mantuvimos nuestro bajo perfil, nos compramos una pizza y nos pusimos a comer en la calle como los agachaditos.


Aquí es la carrera de F1


Lanchón

Qué buena está Natali

Este es el de Zeus

Entree des Artistes

Dándole vire a la pizza

Sólo Cartier, no hay imitaciones

En vivo desde Monte Carlo